martes, 11 de septiembre de 2012

El Comentarista



 (Esta entrada fue publicada en una versión anterior de este blog, ha sido sujeta a cambios y algunas de mis ideas ya no concuerdan totalmente con lo expresado aquí)

Cada vez que uno lee obras de gran envergadura filosófica, descubre en cada palabra una gran meta, meta que esta dirigida hacia la perfección, hacia una poesía, de la cual nos maravillamos, y aunque los textos difieran por su pragmatismo o su idealismo al final no importa, sí lees a Maquiavelo y encuentras un escrito que es fácil de entender, no deja de sorprenderte lo limpio, lo sagaz de sus palabras. Con el advenimiento de medios de información que nacen de la internet, donde cualquiera es un “prócer de letras”, es cuando uno se da cuenta que esta misma solo era resultado de una gigantesca falta de autores, un ejemplo burdo puede ser el de entrar a un sitio como HI5 y sentir las ganas de pegarse un tiro con lo que se ve porque lo que esta escrito ni siquiera se puede leer, luego se podría entrar a Facebook, en donde los comentarios y notas normalmente se pierden gracias a que se te limita a ver solo lo que muestran tus “amigos”, puedes pasar luego por Twitter y encontrar tuits, estos amplificados claro, solo por la cantidad de seguidores que se tiene, no son mucho más que simples comentarios o más bien una plaza llena de ellos, si quieres puedes buscar más información en la red, te puedes perder en noticias mal redactadas, leer miles de columnas de opinión regulares y ¿por qué no? leer la zona de comentarios, esté es un lugar en donde los lectores se desquitan de la noticia, donde “debaten”, un lugar en donde también la palabra es soezmente “puteada” y en donde nace la inspiración a esta entrada.

No es raro ver en estas zonas de comentarios algunos seres que repiten lo misma mierda, crean columnas dentro de las columnas, estas cortadas bruscamente por la cantidad de caracteres permitidos, son columnas también llenas de faltas al idioma español. En las zonas de comentarios nació un ser, un comentarista del cual muy pocos conocen, este hombre es Ruiz Bizarro o Jaime Ruiz, el cual según cuentan las malas lenguas, nació en los foros y zonas de comentarios de las páginas de Caracol (no se dé cual de todas), ahí creo su retorica expresada en 1000 o 500 caracteres me imagino, esta se reprodujo en entradas de despectivos blogs, en el cual Ruiz deja descubrir para el lector sus más “profundos” ideales, desde ahí tacha a políticos con lenguaje tosco o rural (para su fácil entendimiento) y desprecia la palabra, no con faltas ortográficas no, si no con una lógica deductiva que haría llorar a filósofos de antaño y aun con los que anacrónicamente podrían compartir su pensamiento; desde estas cuevas Ruiz, a través de supuestos afirma cosas con las cuales aprovecha para poder insultar a cualquiera que no comparta sus ideales, entradas donde Uribe es el Dios de nuestra nueva patria, “de el cual y la cual no se puede criticar”, donde los de izquierda son: farianos, mamertos, chavistas, terroristas, apátridas, etc. y los pacifistas hacía sean de derecha son: títeres, manipulados, débiles, ola verde, mockertos, en fin.

Que se puede esperar de alguien que cree que las protestas en contra de las victimas de estado, son hechas por personas que apoyan a grupos terroristas y que estas víctimas por no haber sido asesinadas directamente por el estado, dejan de ser consideradas como tales, aunque el mismo estado reconoce su participación en estos crímenes y paga indemnizaciones a los familiares de estos.

No niego que algún día seguí el buen blog del señor Ruiz, me interesaba lanzar algunos comentarios aleatorios, comentarios que fueron vilmente partidos en pedazos por el señor Ruiz para poder respondérmelos, de la mejor manera en que lo haría un científico del siglo XVI. Esta actitud nació de los foros claro, donde no se podía discutir todo de una manera completa pues tocaba de comentario en comentario; así el señor Ruiz “desnuda” a sus contradictores de la manera más tosca que se puede, se deja atrás el pensamiento sistémico que nos enseña que las relaciones sí valen y con el cual el reduccionismo se puede dejar atrás (Véase Complejidad), el señor no tiene en cuenta las mas mínimas relaciones entre el texto, solo parte en pedacitos todo, lo procesa todo como a los bebes y con respuestas más o menos parecidas responde, si la contraparte lleva los comentarios a zonas más profundas del conocimiento, este las evade con aforismos chapados a la antigua o su siempre simpleza retorica.

Este hombre descubrió el poder de esta herramienta para sí, para sus pensamientos y nos demuestras que los tiempos donde la palabra conservaba ese valor tan mágico (el cual no era más que utilizado por determinadas figuras que le protegían) ya paso, gracias a la simpleza de la lógica del lenguaje rural (perdón por mi clasismo), en pocas manos queda el deber de proteger el lenguaje.

Entonces ¿por qué seguir molestándose con un hombre que en verdad es insignificante?, siempre vale poner la denuncia y el motivo de esta entrada es por otra entrada de @apelaez1 desde su blog “Jaime Ruiz, una década en el anonimato”.

Concreto con la expresión “Ruiz Watch”, que es el nombre con el que se designa la mirada tan especial de este personaje hacia la vida o más bien la política. (El termino fue creado por @DonAlvar)

Nota: Para ver un perfil más completo del señor Ruiz visite esta página. Jaime Ruiz y la conciencia del país.

Javier Díaz